Un hombre culto y refinado tiene un loro que es justo su antítesis:deslenguado y procaz,suelta siempre sus tacos y malas palabras cada vez que el dueño tiene alguna visita. Harto de la situación, un día pierde la paciencia y encierra al loro en la nevera.
Al principio el loro empieza a gritar y a lanzar los juramentos y maldiciones a los que acostumbra, al tiempo que se lanza contra las paredes de la misma,por lo que esta se empieza a bambolear de un lado a otro.
Al cabo de un rato el loro se calla de repente y la nevera deja de menearse,por lo que el hombre empieza a temer que el loro se haya muerto y le vienen de repente unos fuertes remordimientos. Angustiado,abre la puerta de la nevera y el loro sale muy calmado y con paso quedo,tras lo cual se detiene y le dice al dueño: Al principio el loro empieza a gritar y a lanzar los juramentos y maldiciones a los que acostumbra, al tiempo que se lanza contra las paredes de la misma,por lo que esta se empieza a bambolear de un lado a otro.
- Discúlpeme usted, caballero, por las inconveniencias que le haya podido ocasionar debido a mi lenguaje obsceno y mi falta de modales.Le aseguro a usted que de aquí en adelante no se volverá a repetir.Por cierto, me gustaría,con su permiso,hacerle a usted una pregunta.
- Sí,por supuesto, pregunta lo que quieras.
- ¿Qué es lo que hizo el pollo,si puede saberse?
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