“Perdóneme usted por favor, es que busco a mi señora” dijo uno de ellos.
“Pero que coincidencia yo también busco a la mía y ya estoy desesperado” el segundo respondió.
“Bueno, tal vez nos podamos ayudar, he visto muchas damas por aquí, ¿Cómo es su esposa?”
“Es alta, de ojos expresivos, pelo castaño claro, piernas muy bien torneadas, esbelta, pechos firmes, en fin muy bonita…¿y la suya?”
”Olvídese de la mía, vamos a buscar a la suya…”
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