Por la forma en que funcionan el cerebro y el sistema visual la imagen queda «memorizada» pero en negativo. Eso origina algunos fenómenos a los que se puede sacar partido con las ilusiones ópticas. Después de mirarla fijamente, al llevar la vista a un fondo blanco (una pared, un papel), «vemos» la imagen de la silueta pero en negro. Puede ser un efecto algo "fantasmagórico", porque vemos una silueta que no existe. Después de estar un rato mirando fijamente este negativo modificado, en nuestro sistema visual se genera una postimagen positiva
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