Normalmente, si nuestro organismo pierde calor, nuestros músculos tiemblan y nuestro metabolismo se activa para generar calor. De esta manera alcanzamos nuestra temperatura base. Los colibríes hacen lo contrario, reducen esta temperatura de base y desconectan sus cerebros hasta el punto de que su respiración es casi indetectable. De esta manera pueden dormir sin quemar las calorías que no pueden recuperar precisamente porque están durmiendo
Justo antes del amanecer, sus ritmos circadianos comienzan a sacarlos de su torpor. Lo que vemos en el vídeo es muy probablemente a un colibrí saliendo de su torpor y comenzando a respirar más cantidad de oxígeno para elevar su temperatura corporal. Eso es lo que causa ese simpático sonido como un ronquido.
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