En un cuartel del ejército español donde el general llama a tres hombres que lucharon valerosa y heroicamente en una misión en Afganistán.
Una vez los tiene a los tres ahí delante les dice:
- Bien señores, su Excelencia el presidente del Estado está tan contento con vosotros que ha decidido daros un premio. Os vamos a medir en centímetros la parte de vuestro cuerpo que queráis, lo multiplicaremos por mil y os daremos su valor en euros.
El primero en ser llamado es el sargento García.
- ¿Qué quiere usted que le mida García?
- Señor, mídame de los pies a la cabeza.
El general saca el metro, le mide de pies a cabeza y exclama:
- Felicidades, sargento, 185 centímetros, serán 185.000 euros para usted.
Y se va muy feliz el bueno de García.
Con esas que llega el segundo, el cabo Ramírez:
- ¿Qué quiere usted que le mida cabo?
- De los pies a la mano señor.
El chico levanta el brazo en alto tanto como puede, el general mide y le dice:
- Perfecto cabo, 202 centímetros, 202.000 euros.
Con esas que llega el soldado primero Mendoza, un tío con más tiros "pegaos" que la ventana de un bosnio, y antes de que le pregunte le dice al general:
- Señor me va a medir de los talones a los huevos.
- ¿Está usted seguro soldado? piense que estamos hablando de mucho dinero
- Señor, sí, Señor.
- De acuerdo, bájese los pantalones por favor.
El general, empieza a medir y de golpe se queda parado, empieza a mirar por todos lados, levanta la cabeza y extrañado pregunta:
- Soldado González, ¿dónde tiene usted los huevos?
- ¡EN AFGANISTÁN, SEÑOR!
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