Entonces los caretos de los viandantes quedaban inmortalizados para la posteridad con una cámara fotográfica estratégicamente situada en una de las esquinas del tótem, y se mostraban al instante en el gigantesco panel. Las reacciones de las gentes son muy variadas, en parte de alivio en parte de WTF: verse fotografiado junto con un letrero que dice:
No te arriesgues a mirar a la muerte cara a cara. Respeta los semáforos.
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