La mujer estaba desnuda, mirándose en el espejo de la habitación.
No estaba muy feliz con lo que veía y le dijo a su marido:
-¡Me siento horrible! Parezco vieja, gorda y fea.
Realmente necesito que me digas algo bonito...
El marido respondió:
-¡De la vista estás estupendamente!
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